Lumbersexual, filosofía y estilo de vida.

La palabra lumbersexual es la respuesta más acertada a los metrosexuales. Hace años el ultra conocido David Beckham y el movimiento metrosexual causó furor en el mundo masculino, ahora el lumbersexual viene en auge.

“Lumber” significa leña en español, “lumberman” leñador,  varonil y muy rudo, es la estética buscada por este colectivo. El estilo a la hora de vestir es calzarse unas botas de montaña, unos vaqueros rasgados con dobladillo, camisas de franela, una buena barba y un corte de pelo cómodo, dejando atrás los repeinados. En definitiva, la primera imagen que te viene a la mente cuando piensas en un leñador. Una moda que por el momento solo es para hombres, sin parte femenina.

Como toda tendencia, también tiene una filosofía, destacable por el amor a la naturaleza, muy solidarizados con el medioambiente, aunque sin dejar pasar por ser fanáticos de las tecnologías y  las redes sociales, sobretodo Instagram.

Tendemos a tener problemas para poder diferenciar a un hipster de un lumbersexual, ya que visten y llevan barbas similares, aunque los hipster cuidan algo más su imagen. Si el hipster presume de poder conocer 15 clases de café, el lumbersexual además te sabría decir el origen de cada uno de ellos.

Ambos dos son colectivos emprendedores, que gastan su dinero en lo que les gusta, incrementando los últimos años los implantes para todo aquel que no tiene la suerte de poder lucir una buena barba, un dato a tener en cuenta a la par que curioso, sobre todo porque el hombre está aprendiendo a utilizar clínicas de belleza para tratamientos absolutamente masculinos.

Lo que nos lleva todas estas tendencias, sobre todo para el mundo de las barberías, es que cada vez la barba se implanta con más fuerza, se afianza y todavía le queda larga vida. El hombre más de moda que nunca.